domingo, 10 de enero de 2016

Magdalenas de vainilla

Magdalenas de Vainilla

Esta vez traigo una receta de magdalenas muy sencillas de hacer. Estas magdalenas se pueden hacer tanto de vainilla o cacao, si se le añade cacao en polvo a gusto.

A mí, esta receta me gusta mucho para usarla para hacer cupcakes porque personalmente, me quedan bastante planas al cocer y compactitas por lo que el relleno se queda en su sitio siempre y podemos cubrirlas sin complicaciones porque siempre me quedan relativamente planas. Claro que, falta que lo diga para que cuando las hagáis os salgan con un buen copetito (>_<) pero en ese caso ¡No hay problema! solo hay que cortar lo sobrante de la superfície para que queden planas.

Si lo que queréis es comerlas solas, porque no os apetece rellenarlas o cubrirlas, están también muy ricas, sobre todo para acompañar en el desayuno o merienda. 

Ingredientes: 

 - 3 huevos.

-120 mililitros de leche (semidesnatada, preferiblemente pero yo lo hago con desnatada y quedan muy bien también)

- 100ml. de aceite de oliva suave o de girasol (no hay que usar aceite de oliva virgen porque la magdalena quedará con un regusto a aceite).

- 200g Azúcar.
- 200g de harina especial reposteria. 

- 1 cucharadita y media de levadura en polvo (si es de café) si es una cucharita de postre, solo una.

-  1 tapón o cucharadita de café de extracto de vainilla en líquido.


 Preparación:

-Precalentamos el horno a 170 - 180ºC arriba y abajo. Si tenemos un horno de gas sin temperatura, como es mi caso, lo precalentaremos a fuego fuerte.

--> Para esta receta es mejor no usar batidora, quedarán duras y ¿quién quiere comerse unas magdalenas duras?

 - Batimos los huevos y añadimos el azúcar, la leche y el aceite. Removemos con las varillas manuales hasta que la mezcla sea homogénea.



-Añadimos la vainilla. No hay que abusar con el extracto de vainilla porque si pones demasiado deja un sabor desagradable a jarabe, así que con un tapón o una cucharadita de café tendremos suficiente.







 

- Pesamos el harina y añadimos a ésta la levadura. Con ayuda de un colador o tamizador iremos pasando el harina con la levadura al resto de la masa. Lo haremos poco a poco mientras vamos removiendo porque sino nos saldrán grumos, en cambio, si lo hacemos poco a poco conseguiremos una mezcla suave y más esponjosa y sobre todo, sin grumos.






-Pasamos a repartir la masa en los papelitos para magdalenas con la ayuda de una cuchara de bolas de helado o de una cuchara sopera. Es mejor no usar la manga pastelera para repartir la masa ya que es bastante líquida. Rellenaremos la mitad del molde o tres cuartas partes como mucho. La masa a medida que va cociendo va subiendo. Si los llenamos demasiado rebosará por los bordes y eso acabaría siendo un desastre.





-Usaremos o bien papelitos de magdalenas tradicionales y lo pondremos en una bandeja para magdalenas, tanto de solicona como metálica (cualquier gota o hilillo de masa que quede por la superfície de la bandeja, se tostará y dejará un color amarronado que no se va fregando, como podéis ver en la foto, es lo normal aunque le de mal aspecto es prácticamente inevitable).





 O bien moldes de silicona. Para estos de silicona, primero lo engrasaremos mojando una brocha de cocina de aceite e impregnando todo el interior. Desde la base hasta las paredes. Se engrasa para poderlo desmoldar fácilmente.


- Ponemos las magdalenas dentro del horno y bajaremos su temperatura a 175-180ºC y cambiaremos la opción a solo abajo. Si es un horno de gas sin temperatura, bajaremos la temperatura al mínimo.
Hornearemos unos 15 minutos. Sabremos que la masa está cocida cuando la magdalena esté doradita. La mejor manera de averiguar si se ha cocido el interior es pinchar el centro con un pincho metálico o de madera (los de las brochetas son ideales). Cuando el pincho sale limpio (sin masa pegada) está hecha.

- Sacamos las magdalenas de la bandeja metálica y las pasamos a una rejilla. Yo no tengo rejilla así que uso una repisa portátil, como se ve en la imagen. Pero si no tenéis ¡No os preocupéis! Viene muy bien usar la bandeja de reja del horno. Solo tenemos que ponerla en la encimera y usar unos tuppers para colocar en los bordes de la bandeja para que hagan la función de patitas ¡Listo! ponemos ahí las magdalenas y las dejamos enfriar.



-Si hemos usado moldes de silicona, cuando las magdalenas están frías es hora de desmoldar. Con una ligera presión en la parte trasera será suficiente, la magdalena saldrá en un abrir y cerrar de ojos. Los moldes que yo uso son los del Ikea, son lisos y ligeramente más grandes que un papelito tradicional estándar por lo que cabrá más masa en uno.





 

Consejo extra: Si piensas comerte la magdalena sola, o sea sin relleno, queda riquísimo introducir una onza de chocolate con leche o blanco en la masa justo después de rellenar el molde. El chocolate se hundirá en la masa y cuando lo horneemos, el chocolate se fundirá ligeramente. Cuando nos la comamos tendremos en el centro un rico núcleo chocolateado. Esto lo hizo por primera vez mi madre experimentando y ¡estaban tan ricas! que ahora lo hago muy a menudo.




 

Espero que os gusten e intentéis hacerlas. Salen muy ricas y nunca hubo una receta más fácil de hacer. Es la que más hago y cada día me gustan más.