lunes, 31 de octubre de 2016

Cupcakes fantasma



Hoy es Halloween y no podía pasar este día sin traer algún dulce temático.

Traigo unos cupcakes o magdalenas decorada con forma de fantasma. 

Es una receta muy rápida y fácil perfecta para aquellas personas que no tienen mucho tiempo para hacer dulces muy elaborados o para aquellos que, hoy celebran el día de los muertos y no saben qué hacer.

Receta:

Si el tiempo aprieta y quieres algo muy rápido podemos usar magdalenas compradas, eso sí, tienen que ser redondas (las valencianas o los sobaos no nos sirven).

Yo he utilizado las magdalenas básicas de vainilla. La receta la podéis encontrar:

En este caso, he decidido separar la masa en dos recipientes y, en una he hechado 2/3 partes de una tableta de chocolate blanco fundido.
En la otra he echado 1/2 tableta de chocolate de cobertura negro fundido para tener fantasmas con el interior de dos colores.

Pero podéis hacer la receta de vainilla simple o cualquier otra receta de magdalenas que os gusten o tengáis a mano.

 

 

Elaboración:

- Haremos las magdalenas y las dejaremos enfriar. (Yo he utilizado los moldes de papel tradicionales y unos moldes de silicona)
 
- Desmoldaremos las magdalenas y les cortaremos el copete superior (la cima de la magdalena) para que queden planas.
 
- Daremos la vuelta a las magdalenas porque queremos que la parte estrecha esté arriba.

- Cortaremos los bordes superiores para redondear la forma (un fantasma con la cabeza recta sería un poco extraño, necesitamos que sus cabezas sean los más redondeaditas posible).

 

Decoración:

- Extenderemos un trozo de fondant con un rodillo. El fondant extendido tiene que ser bastante más grande que toda la superfície de la magdalena. 

-Si queremos que los bajos del fantasma sean uniformes con ayuda de un vaso grande o un recipiente redondo marcaremos el círculo pero yo personalmente prefiero que haya lados más largos que otros.
 
- Colocaremos el fondant encima de la magdalena y no aplanaremos los lados, dejaremos que haya pliegues.





-Para dar un efecto más desigual y descuidado con ayuda de unas tijeras iremos cortando la superficie inferior del fondant en forma de pequeños triángulos.

-Por último, haremos caras con fondant de un color diferente al del cuerpo. Cuanto más contrastado sea el color mejor.






¡Ponle imaginación y crea fantasmas de diferentes colores y caras variopintas! 

Y ahora... No hay que perder más tiempo. Ve a la cocina y... ¡A crear fantasmas! 

jueves, 13 de octubre de 2016

Tarta de queso

Esta vez traigo otra receta. En este caso, la tarta de queso que hacemos en casa, porque de este postre hay muchas recetas con distintos tipos de queso, horneadas y sin hornear.
Es muy sencilla de hacer. Tan sencillo como poner todos los ingredientes en un bol y coger la batidora así que si no eres muy diestr@ en la cocina no te preocupes, ésto lo vas a poder hacer y además vale la pena porque de lo buena que está es imposible coger solo una porción, querrás más... eso sí, tiene que gustarte el limón. 
Y sin más espera, ahí va la receta:



Ingredientes:

Tarta:

- 400 gr. de requesón:  Yo suelo comprar dos tarrinas de 200 gr. Esta cantidad no tiene que ser totalmente exacta, sino aproximada.

- 250 ml. de nata líquida (para montar, la que se usa en repostería): Si te pasas un poco con la medida no pasa nada, pero es mejor no quedarte corto.

- 200gr. de azúcar.

- 1 y 1/2 cucharada (Cuchara grande) de harina especial repostería.

- 2 huevos y 1 yema: Dos huevos enteros y del tercero solo usamos la yema.

- 1 limón: La ralladura y el zumo del limón.

Base:

- Galletas tipo maría: Depende del molde, yo suelo usar un paquete.

- Margarina ó Mantequilla: Esto depende de cuánta galleta se use.

-1 cucharadita (de postre) de azúcar: Es opcional. Si te gusta más dulce pónsela, sino prescinde de ella.

 Elaboración:

- Primero de todo debemos elaborar la base:
  1. Picaremos las galletas con una picadora o con ayuda de un mortero. Una vez picadas las colocaremos en el recipiente donde vayamos a cocer la tarta. Yo personalmente suelo usar un recipiente de cristal pero sirve cualquier molde, los de bizcocho sirven de maravilla. 
  2. Añadimos a las galletas la cucharadita de azúcar (opcional) y removemos todo.
  3. Calentamos la mantequilla o margarina en un cazo al fuego hasta que se funda por completo y añadiremos a las galletas. Lo mezclaremos todo bien.*
  4. Extenderemos la masa que acabamos de crear uniformemente por la base del molde. 
  5. Coceremos en el horno a fuego lento unos cuantos minutos, con el fin de dorar un poco las galletas para que se adhieran bien a la mantequilla.
  6. Sacamos del horno y reservamos en un lado.
  7.  Dejaremos el horno encendido.

--> *Si vemos la galleta aun muy suelta, calentaremos un poco más de mantequilla y repetiremos el proceso.


- En un bol echaremos el requesón y con la ayuda de un tenedor o la batidora lo machacaremos o desmenuzaremos para que quede un poco más suave.

- Añadimos el azúcar, los dos huevos y la yema y la nata.

- Con la ayuda de un rallador fino, rallamos la superfície del limón. Solo hay que rallar superficialmente ya que solo nos interesa la parte amarilla y no la blanca (la corteza blanca del
limón amarga). Cuando ya tengamos la ralladura, exprimiremos el limón.

- Añadimos el limón al bol con el resto de ingredientes.

- Añadimos la cucharada de harina.

- Con la batidora y con cuidado de que no salpique, batiremos hasta que todos los ingredientes se hayan homogeinizado.

- Vertimos la mezcla en el recipiente donde hemos hecho la base de galleta y horneamos a fuego lento hasta que esté cuajada.

- Sabremos que la tarta ha cuajado porque los bordes superiores se habrán dorado y el color general habrá oscurecido. Debemos pinchar con un pincho de metal o madera el centro de la tarta. Cuando salga casi limpio apagamos el horno.

--> Con este tipo de tartas el pincho nunca saldrá limpio del todo como en el caso de un bizcocho.  Siempre saldrá húmedo. No debe salir masa líquida con el pincho simo masa más densa, con miga.
De todos modos no hay que tener miedo. Un poco cocida de más o de menos no va a hacer que esté más mala. 
  • Si cuece menos el sabor del limón quedará más intenso y la tarta menos consistente.
  • Si cuece de más el limón tendrá menos sabor y la tarta quedará más seca y la textura menos suave.
¡A disfrutar!